El Tarot de Anandani

Ejercitando Los Ojos

¿Sabías que existen ejercicios físicos con los ojos para mantener una vista sana y fuerte? ¿Y que la práctica regular de los mismos los prepara para desarrollar la visión aural?

Si aún no los conoces y quieres probar, este texto te puede interesar:

Para una práctica completa y beneficiosa, se requieren al menos diez minutos. Antes de empezar, se necesita construir un estado de paz y concentración.

1. Sentad@ en tu postura habitual de meditación espalda derecha cómodamente, realiza unas respiraciones profundas, lentas y aléjate de la mente dispersa. Lleva toda tu atención a cada paso. Si estás con la respiración la llevas a ella, después con los ejercicios del cuello, la enfocas en cada movimiento.

2. Relajar el cuello también es importante, solemos acumular mucha tensión esa zona. Primero muévelo hacia delante y hacia atrás, luego de izquierda a derecha bajando la oreja hacia su hombro correspondiente, y finalizas empezando desde delante con la barbilla en el pecho haciendo rotaciones hacia un lado y después empiezas por el otro dibujando algo parecido a un círculo. Con tres veces por cada lado es suficiente. Muchísima suavidad y lentitud, atención plena y si hay molestias o mareos, parar inmediatamente. Cuidado si hay problemas de cervicales, abstenerse de hacerlo.

3. Después aflojas los hombros girándolos hacia delante y hacia atrás, y también pones la atención en ese movimiento circular. Luego hacia arriba y hacia abajo, encogiendo y soltando. Cinco veces cada serie.

4. Acostumbrados a mover el cuello cada vez que algo se nos escapa de la vista, y a mantener la mirada fija en las lecturas o el ordenador, nos olvidamos de que los ojos necesitan moverse. El movimiento bien hecho, es salud, y el estiramiento de los musculos de los ojos también es salud para ellos. Sin mover para nada la cabeza, y con la mayor lentitud posible (cuanto más despacio mejor) se hace así:

  1. Mirar hacia arriba y hacia abajo cinco veces.

  2. Mirar al extremo derecho y de ahí, llevar la vida a la extremo izquierdo cinco veces.

  3. Como en una diagonal, mirar hacia arriba a la derecha hasta abajo a la izquierda y viceversa cinco veces en cada sentido.

  4. Llevar la mirada hacia arriba y dibujar un círculo empezando por la derecha, hacerlo cinco veces, y luego en el sentido contrario otras cinco veces.

  5. Estirar el dedo pulgar a la altura de los ojos, fijar la vista ahí, después a la pared o fondo de manera alterna cinco veces.

Para finalizar, darse calor en las palmas de las manos frotándolas y después se apoyan en forma de cuencos sobre los ojos para relajarlos.

Hasta aquí sería un ejercicio perfecto para los órganos de la vista (yoga para los ojos) muy recomendable para todo aquel que quiera hacer esta “gimnasia” de mantenimiento. Si esta rutina es acompañada de los que se explican más adelante, se dice que ayudan en conjunto a desarrollar la visión aural. Está claro que unos ojos sanos y fuertes harán que la otra fase se desarrolle más fácilmente.

¿Qué es el aura?

Todo lo que existe, está en contínuo movimiento (los animales, las plantas, los minerales…) Todo el Universo es justo una vibración; cada partícula, cada átomo, incluso cada pensamiento. El aura es una envoltura energética que parte de nuestro centro y nos rodea, y tiene varias capas. Es luminosa y vibracional e irradia cualquier cuerpo. Se extiende en todos los sentidos a una distancia corporal de unos 45 cm aprox.

Es energía alrededor de cualquier elemento vivo y cambia constantemente. Los objetos también tienen su propia aura aunque es fija y suele ser menos intensa (una maceta, un mueble, un cuadro…) La primera capa es la que el hombre empieza a percibir, ver y sentir, porque es la más ligada al cuerpo físico. La cámara Kirlian puede fotografiar el aura y sus diferentes capas, aunque no seamos capaces de verlas o sentirlas, existen y está comprobado. Para estudiar las siete capas al completo se necesita un trabajo muy intenso y de gran dedicación, pues no está al alcance de cualquiera. De hecho, pueden variar sus colores y la intensidad de los mismos, los lectores del aura pueden reconocer aspectos de la persona que ni ella misma conoce.

Este tema es muy amplio y fascinante, y existen numerosos libros dedicados a ello. Me limito en este apartado a lo que es la búsqueda de cómo prepararse física, emocional y mentalmente para desarrollar capacidades que todos tenemos dentro y que todos somos capaces de hacer. Simplemente que tenemos muchas facultades “desentrenadas”. Lo más importante es la paciencia, la perseverancia y la “ no espera de expectativas”, porque este tipo de habilidades van surgiendo, y cada persona es un mundo. Independientemente de la historia tradicional del aura, de los eternos debates trascendentales, de las experiencias ajenas y de los conocimientos científicos, la experiencia de uno mismo se lo merienda todo, no hace falta aprenderse todo lo que está escrito, para eso está, para consultarlo cuando nos sea necesario. Es mejor un gramo de práctica que toneladas de teoría (y eso lo ha dicho mucha gente bien preparada, hasta es una frase hecha para mi).

Una vez realizados los cuatro pasos anteriores durante seis días consecutivos, los unimos a los siguientes:

5. Ahora que ya se siente el cuerpo más suave, la mente debe acompañar, lo mejor es poner la atención en la zona del entrecejo y sentir que la respiración, sin controlarla ni forzarla, es decir, el proceso natural de la misma, se siente que el aire entra al inspirar por el entrecejo y sale cuando se expira. Poner la atención en ese punto de luz imaginario que tenemos entre las cejas, en la parte baja de la frente, durante cinco minutos.

6. Alcanzado este estado de plenitud y sosiego, tumbarse en el suelo boca arriba con una esterilla, mantita en el cuello y cabeza (para que no sea tan alto como un cojín) y otra para taparse, o sino, a la cama directamente. Piernas y pies separados en línea con los hombros y brazos separados del cuerpo, flojos y manos con las palmas hacia arriba, como la postura de cadáver (savasana).

  1. Primero, cerrar los ojos durante un par de minutos sin forzar.

  2. Abrir los ojos y llevarlos a la punta de la nariz, que se haga sin dolor y sin tensión, cuando esto ocurra, finaliza este paso. Lo mejor es aguantar un ratito, pero lo que se pueda.

  3. Volver a cerrar un par de minutos. Relajarse y sentir que el peso de la cabeza atraviesa la zona de apoyo (cama/suelo), el cuerpo queda muy flojo.

  4. Abrir de nuevo y llevar la mirada arriba del entrecejo, un poco más arriba de éste. Aguantar allí lo que se pueda sin tensión.

  5. Cerrar para descansar.

  6. Abrir y llevar la mirada al rabillo del ojo derecho, como si quisieras verte la oreja derecha sin mover la cabeza. Aguanta lo que puedas disfrutando del ejercicio.

  7. Descansar con los ojos cerrados dos minutos más y repetir lo mismo hacia el lado izquierdo.

  8. Cerrar los ojos, frotar las manos para conseguir calor y ponerlas sobre los párpados en forma de cuencos. Quedarse así cinco minutos y salir de la postura de lado, despacio. Una vez sentados, permanece allí unos minutos antes de levantarte de golpe.

Ilustraciones: «El Colgado» Tarot del Iniciado, Norbert Lösche, 1988. Lo Scarabeo

Trabajar la Visión Periférica:

Todo lo anterior, prepara para este paso. Perfecto trabajo para meter aquí las Cartas del Tarot. Si hay algo que me relaja es jugar a la visión periférica con los Arcanos Mayores, a veces veo elementos de la lámina que aún no había descubierto, o les encuentro significados diferentes. Todos las prácticas que explico en este blog, son para preparar nuestra energía, nuestra aura, nuestro ánimo, etc buscando el equilibrio en todos los planos y desarrollando la sensibilidad y la intuición. El trabajo con el Tarot despierta muchísimo la sensibilidad de nuestro ser.

Necesitarás una silla si prefieres, y sino en el suelo y dos naipes, los que más te gusten. Cada uno se sujeta en cada mano a diez centímetros de la cara y a la altura de los ojos. Mantener la vista en ellas. Ir separando cada brazo hasta el límite de visión (a la altura de los hombros más o menos). Seguir la vista en ellas pero sin mover la cabeza / cuello lo más mínimo. Tampoco se pueden mover los ojos. Se trata de captar los detalles de cada una, primero con la atención sobre la que sujetas con la mano derecha, y luego sobre la de la izquierda pero sin mover los ojos ni la visión para nada.

Este ejercicio es fundamental para desarrollar la visión aural,entre otras cosas, pues incluso es fantástico para los deportistas por ejemplo. Ellos la tienen muy desarrollada porque están acostumbrados a ver venir el “peligro” del contrario, esos reflejos con el balón. Aquí se puede decir que existen dos tipos de visión, la central (cuando lees) o la perfiférica (cuando haces que lees pero estás pendiente de lo que pasa en tu entorno). El médico llama conciencia periférica a la que recibe los datos recibidos por la visión periférica sin tener enfocada la vista en ese punto en concreto. Se puede practicar en el autobús, mirando la nuca del de en frente pero atendiendo a todo lo que pasa a tu alrededor, en casa mismamente, mientras estás sentad@ en el sofá puede parecer que estás viendo la tele pero estás pendiente de las paredes de los lados…

¿Cómo es el Aura?

El aura es como un pequeño contorno fino y luminoso alrededor del cuerpo. Cuando tengas controlada la visión periférica, prueba con tu carta de Tarot favorita, y trabaja con ella, también tiene su propio aura. La colocas a la altura de tus ojos a una distancia de un metro más o menos, apoyada en un atril o alguna herramienta que tengas en casa y la observas durante unos minutos con el foco de visión en el centro. Sin darte cuenta, verás un sutil contorno que se esfuma por segundos.

Otra manera de ver el aura es contigo mismo, para ello es mejor sentirla, así a la hora de verla tendrás más claro que es una realidad. Prueba con tus manos, separándolas a 30 centímentros una de la otra, lleva la atención a ellas cinco minutos con una relajación previa hecha por supuesto. Después acércalas hasta una distancia de 20 cm, espera cinco minutos más. Poco a poco vete acercándolas, e intenta sentir en la yema de tus dedos al moverlos suavemente, acercando y alejando, como una corriente de aire o una ligera presión. Estás palpando tu propia energía, tu propio aura.

Lo siguiente es la técnica del espejo. Elige tu postura cómoda sentada y toma un espejo de casa que sea lo suficientemente grande como para cubrir tu cabeza y tu tronco. Sitúalo a metro y medio de ti, con un fondo/pared detrás claro, blanco sería lo ideal. La luz que sea tenue, con una luminosidad equitativa en toda la habitación, pero más bien media/baja. Intenta quedarte allí unos quince minutos con el foco visual en tu rostro y utiliza de nuevo la visión periférica. Si hoy no alcanzas a ver nada a tu alrededor, sobre todo de hombros, hacia arriba, no pasa nada, lo intentas otro día.

Estos son algunos ejemplos, si tenéis curiosidad sobre este tema y queréis avanzar más hay cantidad de textos, ensayos, experiencias personales y libros en formatos ligeros que se pueden descargar de forma gratuita online y hablan sobre el aura y muchísimo más. De momento, yo me quedo aquí, pues lo que quería transmitir era la idea, el concepto en general.

Ilustraciones: «El Sol»+ «El Ermitaño»  Tarot Visconti-Sforza, 1450. Lo Scarabeo

 

3 comentarios en «Ejercitando Los Ojos»

  1. Anandani Autor

    Hola Beatriz! Muchísimas gracias por comentar y me alegra profundamente que te atraiga la idea de trabajar con este tipo de ejercicios sencillos y para mi relajantes también! Te envío un abrazo muy fuerte! Hasta pronto

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